Componentes de un transmisor de presión

Un transmisor de presión mide la cantidad física de presión en líquidos o gases y proporciona el valor medido en forma de señal eléctrica. El gráfico interactivo de esta página le guiará hacia la información más importante sobre los elementos clave de un transmisor de presión: además de los principales elementos funcionales de diseño, las interfaces con el entorno, los criterios más importantes para seleccionar un transmisor de presión adecuado y las características de rendimiento más importantes. Los principales elementos de un transmisor de presión son la célula de medición (es decir, el sensor en el sentido más estricto), la conexión a proceso, la electrónica para el procesamiento de señal, la conexión eléctrica, así como la carcasa que lo contiene.

Los sensores de presión Trafag se basan principalmente en la tecnología de capa fina de acero con un sensor soldado de acero inoxidable y sin junta tórica o en la tecnología de capa gruesa cerámica. Ambas tecnologías proceden de la producción propia de Trafag y se desarrollaron junto con el ASIC (microchip específico para cada aplicación).

Gracias a ello, el sensor de presión y la electrónica están perfectamente adaptados entre sí y alcanzan su estabilidad y fiabilidad únicas a largo plazo, incluso en las condiciones ambientales más adversas en aplicaciones exigentes.

Interfaces de un transmisor de presión

Las interfaces más importantes con el exterior son la conexión a proceso (es decir, el lado de la conexión de presión), y la conexión eléctrica, también llamada conexión de señal. En las aplicaciones industriales, estas interfaces están estandarizadas. Dependiendo de la industria y la aplicación, se utilizan diferentes interfaces. Los transmisores de presión actuales están disponibles con una gran variedad de conexiones a proceso, señales de salida y conexiones eléctricas. Los sensores industriales con diferentes tecnologías permiten medir desde unos pocos mbar hasta varios miles de bar, con una precisión de hasta el 0,1%. Desde la conexión eléctrica, que normalmente consiste en un conector o un cable de conexión, la salida del valor medido es una señal analógica o una señal digital. Las señales de salida analógicas más comunes son 4...20mA y 0...10VDC.

La ventaja de las señales digitales es la comunicación bidireccional, que permite el diagnóstico, así como una fácil configuración de la medición de presión (por ejemplo, el cambio de la unidad de medida de presión de bar a psi).

Por otro lado, además de la presión, se pueden proporcionar otras variables físicas, como la temperatura. Además de los transmisores de presión con señales de salida analógicas y digitales, también existen presostatos electrónicos. Estos no emiten un valor medido, sino que tienen una o varias salidas de transistor o de relé.

Características de funcionamiento de un transmisor de presión

Además de la conexión de presión y la conexión eléctrica, existen otros criterios fundamentales para la selección de un transmisor de presión adecuado: las características más importantes para seleccionar un transmisor de presión son el rango de medida, el tipo de medición requerido (presión absoluta, relativa o diferencial) y la precisión deseada .

Dependiendo del ámbito de aplicación, debe tenerse en cuenta el cumplimiento de determinadas normas y directivas, como las normativas ferroviarias, los estándares de protección contra explosiones o las aprobaciones navales. Además, deben tenerse en cuenta las influencias ambientales: vibraciones, golpes, agua y polvo; interferencias electromagnéticas, temperatura ambiente o temperatura del medio. A la hora de seleccionar el material del transmisor de presión, es importante que las piezas en contacto con el medio se elijan de forma que el material no pueda ser corroído por este.

Esto se debe a que la corrosión de las células de medición y de las conexiones a proceso y en ocasiones también de las carcasas y de la electrónica, son causas frecuentes de fallo de los transmisores de presión.

Otra causa de fallo de los transmisores de presión son los picos de presión muy elevados, que se producen sobre todo en los líquidos. Estos picos de presión, que a menudo duran sólo milisegundos, pueden ser varias veces superiores al rango de medición normal y destruir así la membrana sensible del transductor de presión. Aparte de los elementos amortiguadores especiales, que actúan como una abertura en la conexión de proceso, la única solución en estos casos suele ser la selección de un tipo de transmisor de presión con una seguridad contra sobrepresiones especialmente elevada.


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